10. ¿La educación fuera del aula?

¿Qué te parecen los museos? 

El fomento de la lectura lleva siendo pieza clave en el currículo educativo desde hace tiempo. Los libros, si bien en la infancia son objetos fascinantes que encierran las maravillas del mundo, se convierten en una fatiga durante la adolescencia, y quizá para siempre. El cariño por las letras parece un milagro si nos acercamos a los institutos. Sin embargo, de una manera u otra, su importancia está presente tanto para el alumnado como para el profesorado, aunque sea la típica coletilla de cualquier educador, padres incluidos. Su importancia recae en la necesidad futura de la comprensión lectora como competencia básica de cualquier persona.

Pero si vamos un paso más allá, ¿qué pasa con las actividades culturales? Museos, talleres, ponencias… La divulgación cultural y científica dentro y fuera del aula es al mismo tiempo pieza de vital importancia. Hoy en día, existe una lista casi infinita de posibles actividades a las que participar fuera del aula. Son cosas muy chulas que como docentes debemos conocer y estar pendientes para poder ofrecérselo a nuestros alumnos. Lo sé, no traigo nada nuevo; todos en el instituto hemos ido a alguna excursión de este estilo. Pero nunca está de más repetir la importancia que tienen estas salidas en la formación de nuestros alumnos. Seguramente, del contenido no se acuerden de nada, pero cada vez más hay propuestas interactivas en la que los chavales participan y no se quedan como sujetos pasivos. El fomento al diálogo es igual de importante que el fomento de la lectura, ambas están interrelacionadas, por no decir que una (el diálogo) están incluido en la otra (la lectura). Y esto es el objetivo de muchas de estas actividades.

La lista es larguísima, pero por citar algunos proyectos que pueden resultan de principal interés:

1. El Museo Patio Herreriano y su programa: “Construir la mirada”
   

A veces, ciudades como Segovia o Madrid son la primera opción de muchos centros para organizar sus actividades, sin embargo, no hace falta irse tan lejos. Valladolid, como centro cultural de gran interés, ofrece muchas actividades. Un ejemplo puede ser la propuesta desde el Museo Patio Herreriano. Este programa cultural propone a la comunidad educativa diversas actividades dependiendo del curso; las relacionas con Secundaria y B
achillerato son el taller “Imaginarios” y los “Recorridos temáticos”. Como ellos dicen, gracias a estos talleres, se crea un diálogo, y un vínculo entre el Museo, el arte con las generaciones más jóvenes.

    2. Seminci

Si el Arte no te parece tan interesante, el cine puede que sí. A finales del mes de octubre (ahora mismo está sucediendo) la capital vallisoletana se tiñe de verde, por su alfombra roja, para albergar a la Seminci. Es un momento clave en la agenda cultural de la ciudad. El festival de cine internacional de Valladolid ofrece no solo sesiones especiales para los centros escolares en horario de clase, sino también que hay un apartado específico “Seminci Joven” que busca su participación activa.

    3. Funcación “La Caixa”

EducaCaixa es un apartado de la fundación destinado a la educación de las futuras generaciones. Entre toda la oferta, destacan varios programas: “STEAMXCHANGE” destinado al desarrollo de la competencia científica; “COMUNICA”, para el desarrollo de la competencia lingüística; “JÓVENES EMPRENDEDORES”, para la competencia de iniciativa emprendedora, “BECRITICAL”; “BIGDATA”… Además, hay actividades donde se buscar acercar temas de actualidad que pueden interesar al alumnado del presente. La oferta es casi ilimitada y se adapta a todos los campos del saber, y en consecuencia, a todas las asignaturas.

    4. Escape Room por el Palacio Real

Imagínate adentrarte por los pasillos donde se han paseado toda la dinastía real de nuestro país a través de un juego de enigmas y misterios como es un Escape Room. Tiene muy buena pinta. Y como esta actividad, Patrimonio Nacional propone al igual otras muchas centradas en un público tan exigente como es el de Secundaria.

¿Qué te ha parecido? Esto son tan solo cuatro ejemplos de todas las actividades posibles que se pueden realizar. En muchos casos, el tiempo, el dinero o las distancias son un impedimento para organizar y proponer este tipo de actividades; sin embargo, la cultura en todas sus vertientes está abierta a todo tipo de público y se debe facilitar desde los centros educativos la comunicación entre estas instituciones, aparentemente tan aburridas y lejanas, y los chavales. 

¡Nunca es tarde para fomentar la curiosidad y la diversión!