3. El modelo educativo de Castilla y León



Cuando los medios de comunicación asaltan a Castilla y León y se detienen en analizar su proyecto educativo, salen a relucir diferentes cuestiones: enseñanza rural, bilingüismo, el informe Pisa y la EBAU. Pero todas ellas se encaminan a destacar a Castilla y León como un ejemplo de modelo educativo sobresaliente dentro del entorno nacional.

Pero antes de todo, ¿quién dirige la Educación en España? Pues bien, el Estado no es el único guionista del plan, sino que también las comunidades autónomas son participes en su redacción y gestión. Las consejerías de cada autonomía se encargan de ciertas competencias, por ejemplo, el consenso del currículo escolar. De esta manera, a pesar de unas directrices nacionales, cada autonomía gestiona los matices adaptándolos a sus circunstancias regionales. Los alumnos de cada comunidad así pues se educan en un modelo educativo un poco diferente a sus vecinos.

Así pues, España cuenta con una ley educativa que cambia cada 4 años y además con una profunda desigualdad regional a nivel educativo. ¡Todo suena genial! No obstante, si estudias en Castilla y León, eres una persona con suerte porque esto significa que recibirás, en teoría, mejor educación que los andaluces o los extremeños.

Antes de exponer datos estadísticos, hay que hacer una referencia histórica para ponernos en contexto. Según lo que expone Antonio Foces (2015), el desarrollo educativo de ciertas comunidades autónomas, como Castilla y León, se relacionaría con el proceso de alfabetización; es decir, en aquellas regiones donde se llevó a cabo un proceso alto y riguroso de alfabetización contarían con un mayor progreso educativo. Así se demuestra de manera clara en los resultados Pisa. De manera reiterada, Castilla y León se posiciona en los primeros puestos de esta prueba, superando el marcado por la UE.

Asimismo, en estos últimos años, como constata las afirmaciones del consejero de educación Fernando Rey en 2017, una seña de identidad de este modelo educativo es la apuesta por el bilingüismo. Ya en el curso 2017/2018, se apuesta por la implantación de centros BIT (bilingüismo, inclusión y tecnología) en las distintas provincias de Castilla y León. Desde la Consejería se apuesta por un sistema educativo que refuerce la innovación educativa.

No obstante, hay algo de lo que se siguen quejando alumnos y profesores: la temida e injusta prueba de acceso a la universidad. El esfuerzo y el compromiso educativo dura hasta el paso a la Universidad. Según constatan los alumnos que deben pasar estas pruebas, las creadas por su Comunidad son mucho más rigurosas que las de otras comunidades. Y esto según dice perjudica su ingreso a la universidad, ya que sus notas medias se ven afectadas y su esfuerzo se triplica para poder acceder a la carrera de sus sueños.

En conclusión, se puede decir que el modelo castellano y leonés es un oasis en medio del desierto.

 

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